Quizás sea este confinamiento obligado para pasar la cuarentena lo que provoca que hoy mi pensamiento no cese de girar en torno al concepto de «libertad». En días como hoy sube la cotización de su significado y se aprecia realmente su percepción.
¿Por qué creo que la libertad es algo fundamental en nuestras vidas? No creo que lo sea porque nos permita hacer aquello que queramos cuando nos venga en gana. Eso es otra cosa similar al libertinaje, que nos somete al capricho de la ansiedad del momento, sucumbiendo al cortoplacismo del placer inmediato y renunciando a los objetivos de calado. Las siguientes sí son razones por las que creo que la libertad es esencial:
- Nos permite desprendernos de prejuicios (creencias) que impiden afrontar los miedos.
- Ensancha los límites percibidos. El horizonte aparece cuando los miedos se desvanecen.
- Desde la libertad se eligen los objetivos y se alcanzan los desafíos pendientes.
- Sanea la autoestima.
- Permite diseñar la vida deseada y aumenta su calidad.
- Contribuye a alcanzar esa necesaria serenidad para no reaccionar a la ligera ante estímulos externos.
- Desde la libertad discernimos con claridad.
- Ayuda a planificar con garantías.
- Sintiéndonos libres somos capaces de actuar con decisión.
Cuando no existe libertad hay parálisis y nos convierte en meros espectadores del desarrollo de vidas ajenas con frustración, sin posibilidad de influir en nuestros actos. Esto conduce de manera inexorable a la infelicidad.
Pero cuando existe y nos dejamos llevar por sus bendiciones, terminamos desembocando en el océano de la libertad, donde las olas se surfean sin miedo. Cada una de ellas es una oportunidad para abordarlas con decisión y coraje. Y después de una divertida jornada de surf, llegamos a la orilla habiendo alcanzado nuestra versión óptima (V.Opt.).
La libertad invita al juego y al disfrute. A experimentar con situaciones nuevas que nos sorprenden y que estimulan las áreas cerebrales de la imaginación y la creatividad. Sin libertad no existirían los creadores, ni exploradores, ni científicos…
En definitiva, es una gran fuente de autoestima que tenemos a nuestra disposición.