Por José Luis Serrano.
El Éxito, «Jaula de Concepto».
Las palabras son « jaulas de conceptos» que encierran emociones, recuerdos, creencias, sentimientos y provocan reacciones en forma de conductas. Pero, a lo largo del tiempo, todo es percibido de diferente manera por la sociedad y lo que en su día fuera algo motivador y pleno de energía, hoy pudiera resultar totalmente desfasado, rancio y hasta repulsivo. De esta manera, estas «jaulas de conceptos» encierran sentimientos distintos en cada época.
La mujer y La virilidad.
A nadie se le escapa que el papel de la mujer no debe ser el de intendente del hombre, ni el de motivadora y alentadora para que el hombre sea capaz de ganarse el sustento fuera de casa, del cual nutrirá a su familia. De igual manera, décadas atrás, se aludía a la virilidad del hombre como la capacidad de afrontar retos y de ganarse la vida en un entorno competitivo. Hoy en día, la imagen de la mujer en la sociedad transmite unos valores propios, que no precisan de otra figura para autoconfirmarse. Lo mismo sucede con el concepto virilidad, ya que hoy queda relegado a un ámbito hormonal y lo que ello conlleva. Ambos son ejemplos de cómo evolucionan los conceptos a medida que evoluciona la sociedad.
El éxito materialista y apabullante.
Pues algo parecido ocurre con la palabra ÉXITO. Haz la prueba si no. Comprueba qué sentimientos te despiertan frases como esta: “Te deseo un 2.014 repleto de éxitos personales”. “Es una persona exitosa”, “Cosecha éxito tras éxito”, “Lleva una carrera plagada de éxitos”… Estas frases pueden despertar sentimientos de victoria personal, principalmente en el ámbito material y no dejan de transmitir un sentimiento de logro o victoria a favor de sí mismo, lo que a menudo provoca otro en detrimento del prójimo.
En el ámbito publicitario, la palabra ÉXITO ha sido vinculada a imágenes de personas triunfadoras, guapas, de figuras estilosas, vestidas a la moda del momento, con peinados impolutos y de cuyas imágenes emanaban mensajes bastante básicos y superficiales. Un somero repaso a los anuncios publicitarios, películas y relatos de la vida social del país que ha sido el referente mundial del éxito (EE.UU), refrenda la idea de que el éxito siempre ha ido ligado con lo material, originando siempre recelos en el resto. Estas campañas en otros países, fueron una caricatura del éxito, por los medios de las campañas y por representar un “quiero y no puedo”, en una sociedad casi siempre con dificultades económicas.
Por tanto, la palabra ÉXITO encierra tradicionalmente un concepto materialista, además de rimbombante y estridente y normalmente ha ido ligado con objetos materiales y lujosos tales como vehículos elitistas, joyas, carreras universitarias de pago, ascensos laborales, conquistas deportivas, riquezas empresariales, etc. Y, habitualmente, este valor apabulla al prójimo, despertando un sentimiento de frustración y cierto estrés, ya que el prójimo puede ver reflejado en ello su fracaso, generando conductas de resentimiento, envidias y conductas destructivas en general.
Libros de Autoayuda.
Un ejemplo más claro lo tenemos en los libros de autoayuda que desde principios de siglo proliferaron tanto en los EE.UU. Todos ellos proclamaban el éxito de manera brillante, pero siempre era ligado al triunfo material, a la generación de riquezas materiales. “Piense y hágase rico” de Napoleón Hill, “Mente Millonaria” de T. Harv Eker, etc… Y no voy a hacer crítica de sus reflexiones, porque han sido y siguen siendo libros referentes mundiales en cuanto a la superación de las personas en todos los ámbitos, no en vano son el resultado de estudio y modelado de conductas exitosas a la lo largo de décadas, si bien, la moda del momento les empujó a enfocar estas reflexiones y métodos hacia el terreno económico. Todos estos libros fueron y siguen siendo “Best Sellers” mundiales y continúan siendo citados por personas que han conseguido sus logros. De hecho, en mi investigación sobre lo que significa la palabra ÉXITO, he podido observar que los pensadores actuales que hablan de logros personales y conceptos como la felicidad, están hablando de lo mismo, pero desde un punto de vista más espiritual, menos tangible, más sereno interiormente, lo que no suele despertar tantos prejuicios en la sociedad actual, que es totalmente distinta a las anteriores. El concepto ÉXITO está sabiendo adaptarse a la nueva realidad. Y lo está haciendo encerrándose en otra jaula de concepto, el que le proporciona la palabra FELICIDAD. Y no me cabe la menor duda que, lo que hoy es tan magníficamente aceptado (felicidad, amor, meditación, espiritualidad…) nos parecerá quizás demasiado “pastelito” en las décadas venideras. Sin embargo, aunque las palabras cambien por las modas, el concepto permanece y se irá encerrando en las jaulas de mayor aceptación social de cada momento.
Las épocas del Éxito.
Por tanto, la palabra ÉXITO no se está adaptando a los nuevos tiempos con la misma agilidad con la que lo está haciendo su concepto, más bien se quedó con la jaula del siglo pasado, una jaula similar a una antigualla de coche grande y ancestralmente lujoso, que no sirve hoy más que para aparcarlo en el garaje y mostrarlo en determinadas ferias o a vecinos curiosos. Y esto es tremendamente injusto para esta palabra. “ÉXITO” no merece esta jaula retrograda, sino más bien merece un “restyling” de inmediato. Por eso, en este post quiero reivindicar que la palabra ÉXITO debe ser extraída de nuestras creencias y volver a emplearla cuando nos queremos referir a emociones serenas, mutuas y sanas, a inquietudes espirituales, a valores solidarios, a causas sostenibles y ecológicas y a conductas respetuosas con el prójimo para que las letras E-X-I-T-O, no encierren nunca más unas emociones anticuadas, ni conformen una jaula tan estridente y pomposa que amilane al compañero.
El éxito es y debe ser una consecuencia maravillosa de una conducta meritoria en busca de una causa noble y justa y que no trate de acaparar nada en detrimento de los demás, sino que es consecuencia de un trabajo diario que busca y encuentra una actitud WIN TO WIN.
¿Y tu jaula del ÉXITO? ¿Qué es el ÉXITO para ti? Te recomiendo que lo escribas y lo tengas presente.
Para mí, el éxito es hacer lo que deseo, percibiendo en ello una contraprestación tangible e intangible satisfactoria, capaz de generar el mismo sentimiento en mi entorno. Recordad, tangible e intangible.
Otra pregunta distinta es: ¿Has alcanzado ya el ÉXITO? ¿Estás en ello?
Gracias por estar.
1 comentario en «Tu Éxito ¿que encierra tu jaula?»