Mi amigo Albert Bosch publicaba la semana pasada un twit en el que decía que España le recuerda a aquel compañero que todos hemos tenido en clase, retrasado en todas las asignaturas menos en la de gimnasia Y la verdad es que el panorama español es un poco así. Sin embargo, le contesté que más bien nos parecemos a aquel alumno con ciertas capacidades, pero sin estrategia definida. En fin, puntos de vista…
Y siguiendo con estrategia, ¿tienes la tuya definida? Es fundamental que tengas una acción en mente, fruto de cierto análisis previo, en el que hayas realizado un ejercicio de detección de tus mejores recursos. Los recursos son los que, en un momento dado, te van a facilitar una victoria, pero tan importante como ese recurso es la fuente de tu ventaja competitiva. ¿Qué te va a permitir posicionarte con ventaja en tu carrera personal?
La fuente de ventaja competitiva es la clave de tu éxito; es una fuente de recursos constantes que te permitirán tomar ventaja con respecto a tus competidores. Desde esa situación, haciendo uso de tus fortalezas, podrás aprovechar las oportunidades que se te presenten. Tus oportunidades dependerán en gran medida de la actividad de tus antenas detectoras, es decir, de tu actitud, orientada a una búsqueda constante.
Convive con este pensamiento, desarrolla hábitos que entrenen a tus antenas a olfatear, amplía tus conocimientos en ese campo precisamente, conviértete en un experto-especialista en ese pequeño campo del que eres diestro, desarrolla una imagen que te acompañe en tu andadura y que provoque que te asocien con el talento y que divulgue a los cuatro vientos que eres el mejor en tu especialidad, o al menos, competitivo al máximo.
Y para ello, tendrás que diferenciarte de la manada, así que piensa cómo. La diferenciación es la mejor fuente de ventaja competitiva y te puede destacar en precio, en ubicación, en calidad. Para ello deberás innovar constantemente, adoptando una actitud de reinvención constante, para lo cual precisarás un esfuerzo de análisis de tus productos y del mercado desde todas las perspectivas posibles. Busca nuevas alianzas, convierte tu producto en servicio y tu servicio en producto, desestacionaliza tu producto-servicio, genera valor añadido, etc…
Rodéate del mejor talento, tanto los empleados, como los asesores, proveedores, etc y no desestimes la opción de buscar nuevos socios que te permitan aumentar tu perspectiva y tus posibilidades financieras. Para ello, tendrás que realizar un esfuerzo en diferenciar el nivel de accionistas y sus deberes, de los directivos empleados.
Organiza un consejo de administración de calidad, sistematiza tus procesos, obtén toda la información posible que puedas procesar e interpretar y elabora una estrategia adecuada. Así, el éxito estará de tu lado.
Siguiendo estos pasos, la motivación crecerá en espiral a medida que crezcan tu perspectiva y tus resultados, retroalimentando la espiral del éxito.
Sumérgete cuanto antes en este proceso y comprobarás los resultados. Las oportunidades te están esperando y están más cerca de lo que crees. Si no las ves, sigue entrenando tus antenas con fe.
Nos encontramos en un momento ideal para emprender aquello en lo que nos sentimos fuertes. Es cierto que el momento es duro, pero es en estos tiempos cuando se crean los caldos de cultivo de las grandes empresas. No te pongas límites y juega fuera de tu zona de confort. Actúa como si fueras lo que sueñas, juega, prueba, mejora, corrige, decide y cuando quieras recordar, estarás delante de varios objetivos a tu alcance. En ese momento sentirás tu momento felino, una sensación sin igual.
Gracias por estar.