Las familias que componen la orden del anillo, además de una solvencia y posición de privilegio, cuentan con unos principios y valores grabados a fuego en su ADN desde numerosas generaciones atrás. Hay que tener en cuenta que estas familias han sido educadas desde su nacimiento bajo unos principios de cooperación mutua entre ellas y con un objetivo compartido. Tienen un gran sentido de la sostenibilidad, del medioambiente, de la ecología y cuidan su hábitat de manera constante y concienzuda. Uno de los valores más importantes para ellos es la idea del largo plazo, de la necesidad de traspasar a las nuevas generaciones una herencia digna que garantice, no sólo la pervivencia desde un punto de vista económico, para lo cual son grandes expertos, sino desde el punto de visto medioambiental, de ideales, etc. Todos los actos relevantes, son previamente madurados y consensuados, evaluadas también las consecuencias y las repercusiones a corto, medio y largo plazo, resultando que, si alguna acción o medida, tanto económico, financiera, constructiva, etc., fuera rentable a corto plazo pero no así a largo, la desecharían de inmediato ya que contribuiría a desgastar la prosperidad y bienestar de sus generaciones venideras o del hábitat en el que se fueran a desarrollar. Esa alta responsabilidad para con sus herederos les ha proporcionado una consistencia a todos los niveles, admirable. Tejen la malla que garantizará la supervivencia de la orden a lo largo de los siglos. Pero a este don hay que añadirle además, la gran organización y cooperación entre las familias que componen la orden. Entre estas familias se ayudan en todos los niveles, educativos, en la prosperidad de sus negocios, en la producción de sus campos de labor, etc.
Sólo quiero destacar varias peculiaridades de estas familias, ya que tiempo tendremos de hablar de ellas y de todas las facetas de sus vidas. Son muy discretos y jamás desempeñan papeles de líderes en la sociedad, ahora bien, son muy influyentes en todos los órdenes. Son los consejeros en la sombra de los presidentes de las compañías, de los gobernantes, etc. No veréis en ellos grandes ostentaciones; detestan destacar por sus posesiones y no porque no las tengan, ya que cuentan con grandes patrimonios, sino porque sus posesiones son todas productivas; entre sus bienes no encontrareis jamás objetos de lujo ni ostentación ni únicamente de disfrute. Todo lo que les rodea es productivo, pero no consumista, ni devorador de recursos naturales, sino más bien al contrario; toda su producción gira en torno a firmes principios de sostenibilidad y respeto al medio. Infunden a sus vástagos una educación práctica, basada en teorías de desarrollo de estrategias infalibles para cada campo. Así, un niño de 5 años es capaz de discernir entre una inversión productiva e improductiva. Pero lo que es más admirable, son capaces de desarrollar estrategias para alcanzar objetivos, y todo ello en base a métodos gráficos con los que se les suele ver jugando desde pequeños. Este método consiste en dibujar, en unos cuadernillos especiales, las partes de una estratagema, tales como objetivos, recursos, aliados, fuerzas favorables y opositoras. Juegan a ser empresarios, productores, dirigentes, bajo unos principios de responsabilidad y de durabilidad, debiendo sopesar las consecuencias de cada una de las acciones a fin de que no perjudiquen a largo plazo a la familia. Influyen en las líneas educativas de los colegios, de manera sutil, pero efectiva. Los niños, eso sí, acuden a colegios privados, bajo una línea educativa influida, con altos niveles de desempeño en idiomas y deportes. Además, son capaces de resolver problemas o razonamientos bajo métodos propios, aprendidos desde muy pequeños. Sus profesores conocen estos métodos y son consentidos si bien, tratan de transmitir las líneas oficiales. En esos colegios, hay muchos niños cuyas familias no pertenecen a la orden, y nunca o casi nunca se darán cuenta de que están rodeaos de miembros de una orden exclusiva. La gran discreción y la naturalidad con la que asumen sus roles, no les convierte a los niños en rarezas.
Como digo, entre estas familias existen fuertes lazos de cooperación y solidaridad, alcanzando alianzas estratégicas que les permite desarrollar y expandir sus inversiones y posesiones. Los códigos de perdurabilidad, de largo plazo y visión de generaciones, hacen que siempre tengan en mente sus posiciones futuras, trascendiendo a sus vidas, lo que les da perspectiva y distancia para analizar y no enfrascarse en conflictos puntuales de corto alcance.
Voy a enumerar algunos aspectos destacables de su filosofía y ya iremos profundizando en sucesivas entradas en cada uno de ellos.
Desde un punto de vista económico, todas sus inversiones producen de manera constante y duradera. Sus inversiones son analizadas previamente desde un punto de vista de durabilidad y desde la seguridad que permitirán a la familia que su solidez productiva avance y se consolide en el tiempo. Todo para ellos es productividad, desde sus casas, donde elaboran alimentos de manera artesanal (confituras, conservas, etc.), cultivan en invernaderos originales flores que comercializan, etc. Suelen vivir en fincas de dimensiones tales que les permita tener su explotación animal, y agrícola, así como almacenes y pequeños talleres de cualquier actividad por productiva que sea, propia o en régimen de alquiler.
Cuentan además con negocios varios, atendidos con profunda disciplina y cuyo ejercicio desarrollan con vocación infinita y con una gran atención, reinvirtiendo los beneficios y permitiendo un crecimiento constante. No dejan de crecer, bien de manera concéntrica, bien en otros sectores, ahora bien, antes de acometer un proyecto, realizan profundos análisis de impacto de la inversión, asegurándose el éxito no tanto a corto como si a largo plazo. Para ello, analizan en profundidad y desde todas las perspectivas posibles los riesgos que pudieran existir, prevén las necesarias alianzas a tejer, siendo capaces de acometer un proyecto aún a sabiendas de que no será rentable en sus inicios, si con este proyecto logran consolidar su estrategia a largo.
Todo lo que poseen, produce. No tienen barcos, salvo que lo empleen, por ejemplo, como negocio de rutas marítimas, cruceros, etc.; no tienen grandes automóviles, sino representativos de consumo contenido y larga duración; su vestuario no es a la moda, sino clásica, que le permite compartir incluso entre generaciones con ciertos arreglos. Sus casas son grandes, pero porque son compartidas entre los miembros de la familia. Viven de manera independiente, con intimidad total, pero comparten ciertos servicios, tales como salón de reuniones familiares, para tratar asuntos económicos y trascendentales. Los niños suelen estar presentes, adoptando roles de escucha y constante aprendizaje. Una vez al mes, se reúnen las familias de la orden en salones que cada familia tiene en el sótano de su casa. Este espacio, del que ya hablaremos más adelante, tiene un papel clave en las vidas de los miembros de la orden. Tiene una configuración y orientación común en todas las casas.
El patrimonio de estas familias es importante, ya que hay que tener en cuenta que es el acumulado por las generaciones anteriores, y como todo el patrimonio es productivo, las rentas percibidas por las familias son abundantes y además se reinvierten en ellas mismas. Esto contribuye a la gran solidez económica-financiera de los miembros de la orden. Si a esto le unimos su capacidad de influencia en la sociedad, desde la sombra, y los conocimientos adquiridos desde jóvenes en materias de administración fiscal, financiera, etc, esto les reporta una situación que, ni en los casos más extremos de crisis, se puedan resentir, sino más bien, aprovechar oportunidades.
Hablaré más en profundidad de todas las facetas que les ha permitido a estas familias pasar inadvertidas a pesar de la gran solidez económica. Son el claro ejemplo de cómo actuar para que una crisis como la que vivimos, nos pase inadvertida. Conviven entre nosotros y no nos hemos percatado, pero si observan con detenimiento, se darán cuenta de detalles claves. Estos detalles, de los que hablaremos, les han garantizado una posición privilegiada para ellos y sus generaciones venideras, las cuales, sin lugar a dudas, debemos aprender.
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