No cabe duda que vivimos una época apasionante, rodeados de cambios o incluso revoluciones. De igual manera que en la segunda mitad del Siglo XVIII aconteció la Revolución Industrial en Gran Bretaña y repercutió después en todo el planeta, desde finales del siglo XX estamos inmersos en la Tercera Revolución Industrial, que no es otra cosa que el cambio de la tecnología analógica por la digital. Esta digitalización de las cosas, gracias al sistema binario, ha provocado un cambio de paradigma en cada día más campos. La globalización y la aparición de Internet ha sido lo que ha provocado que esta sociedad se la conozca como la sociedad de la información.
La sociedad de la información ha puesto al alcance de los individuos la capacidad de recibir información fácilmente y además producirla, pasando de ser un consumidor de información a un productor proactivo o «prosumidor«, modificando la estructura de los medios de comunicación, pasando a adoptar una horizontalidad democrática. Los medios de comunicación han sufrido una metamorfosis descomunal y como claro ejemplo nos encontramos con unos de los grupos más poderosos del planeta, el GRUPO PRISA, del que podéis leer en mi último post un análisis de su evolución y su perspectiva.
Son muchos los sectores que están teniendo que adaptar su estrategia con urgencia ante un tsunami como el que tenemos encima. Muchos se están agarrando a un «clavo ardiendo» para no mover ficha, pero serán arrollados sin clemencia. La política ha empezado no hace mucho tiempo a dar muestras de cambio, liderado por un Barack Obama y su política 2.0, pero ha cundido poco el ejemplo todavía en el resto del planeta.
Pero en este post quiero referirme al sector bancario, que conozco en profundidad. Recientemente, tras la crisis mundial financiera, una crisis sistémica y global, han comenzado unos procesos de ajuste tremendos, buscando economías de escala y sinergias facilitadas por las fusiones necesarias. Han cerrado gran parte de sus oficinas y han despedido a gran parte de su personal. Pero justo cuando todo parecía indicar que ya estábamos al comienzo de la estabilidad, los Consejos de los bancos se han dado cuenta de la que se les viene encima. Un sector tan tradicional y alérgico a los cambios como este, ha tratado de mirar hacia otro lado durante todos estos años, pero acaban de detectar un felino tras los arbustos.
Los G.A.F.A.
Estas siglas corresponden a cuatro gigantes vespertinos, bestias voraces que se han adueñado del planeta en una década. Google, Amazon, Facebook y Apple, casi todas fundadas por veinteañeros, nativos digitales que comprendieron por dónde pasaba el tren de la fortuna. De repente, la banca ha descubierto que en los próximos cinco años, los GAFA les sustraerá el 30 % de sus beneficios, así lo preveía la consultora PwC y el IE Business School en el 2013 en el informe que les presentó en el 2.013 y que no quisieron creer del todo. Pues bien, es ahora cuando han visto las orejas al lobo. Las APPs, la rigurosa capacidad de segmentación, la gran cantidad de datos financieros, el magnífico análisis del Big Data y sobre todo el haber comprendido el modelo de negocio 2.0, han permitido que estas compañías tengan a un solo click dar el paso de convertirse en banqueros.
Las plataformas de pago ya han adaptado sus pasarelas a los dispositivos móviles y las han asociado a unas tiendas virtuales donde distribuyen de todo. Están consiguiendo que hoy todo se adquiera por los portales, incluso con dispositivos de suministro automática al vaciar las existencias, como el famoso Dash Buttom de Amazon,.
Otras amenazas de la banca es la propia «banca en la sombra», a la que tanto temen en la AEB, y el Crowdfunding, que el Gobierno está empezando a regular con cierto acierto.
El paradigma claro de la transformación digital de los bancos está siendo el propio BBVA, quien está liderando en España y en gran parte del panorama internacional su transformación digital. Su Presidente, Francisco Gonzalez ha apostado decididamente por un cambio rápido, fulminante. Esta decisión le ha llevado a cambiar de Consejero Delegado, nombrando a Carlos Torres, a fin de convertirse en el mejor banco digital del siglo XXI. Para ello, no sólo ha cambiado personas, sino que está afrontando una estrategia agresiva de crecimiento comprando compañías especializadas en servicios digitales para ser el líder en este sector. Parece que de esta manera podrá sortear la amenaza de los temidos GAFA.
Sin embargo, la estrategia de algunos otros que se han dado cuenta de estos movimientos, pasa por incorporar al Consejo de Administración a destacados miembros de compañías tecnológicas, como es el caso de la ex presidenta de Microsoft Iberica, María Garaña al Consejo de Liberbank. Y como este ejemplo, hay numerosos casos en el sector de la banca, que parece que ahora, sí dará el paso de la transformación digital.
Es la hora del directivo digital. Se presenta ante nosotros un cambio fascinante que augura cambios en la cultura de las empresas, que no son fáciles de abordar y que como revolucionarios que son, se requieren estrategias maduradas y personas preparadas.
Y si esto que cuento os ofrece alguna duda, podéis leeros el libro de Juan Merodio, «Banca 3.0; La transformación tecnológica del sector bancario«.
Yo ya tengo el mío y os lo recomiendo vivamente.
Gracias una vez más por estar.
5 comentarios en «Los G.A.F.A., ¿una amenaza para el sector bancario?»