¿Qué es Marca Personal? ¿Personal Branding? ¿Para qué sirve?¿Es la causa de tu éxito o es la consecuencia de tu estrategia?
He de reconocer que en esto del 2.0 soy novato. Pero, ¿quien no es novato en una manera de hacer marketing recién salida a la luz? Sólo estoy en disposición de decir con rotundidad una cosa: tengo una vocación de aprender monumental y, lo que son las cosas, cada día crece. Y en en este periodo en el que leo, escucho y observo, estoy en disposición de opinar lo siguiente:
Existe mucha información, muchas opiniones y muchas de ellas tienen cierto poso de solvencia, pero son muchas las que llevan a engaños y parecería que pretenden arrojar confusión más que claridad al asunto (repito que es una opinión). Miles, millones de personas opinan, copian opiniones, rettwitean, y componen pensamientos que conforman tendencias. Pero una de las reglas consiste en no decir gran cosa, basta con dar ciertos titulares para provocar un contacto o la incógnita sobre la realidad de su conocimiento. La manada no tiene serenidad y da por hecho presuntas verdades que son solo opiniones ligeras.
Cada día se crean corrientes de opinión y disciplinas nuevas, al ritmo que marcan los inventos y las creaciones de las startups, sostenidas por teenagers ciberhiperactivos que abren nuevos horizontes en la humanidad a cada minuto. La gran mezcla explosiva de nuestra era es la que resulta al unir el talento descomunal de estos nativos digitales, de escasos 20 años, con grandes capitales que esperan un retorno de sus inversiones. Los resultados de esa mezcla, están cambiando el rumbo de nuestra era a cada instante.
Pero no me quiero alejar del título de este post. Uno de los conceptos que más ha avanzado es el de la marca personal, más bien, acaba de nacer, aunque resuena en mi cabeza eso de que la marca siempre existió. Antes de nada, debo reconocer cuanto antes, lejos de querer engañar a nadie, que hasta hace unos meses era un auténtico profano en el personal branding, aunque sí estaba más familiarizado con temas de estrategia y marketing empresarial. Debido a que las empresas han prescindido de gran parte de sus trabajadores, por tener que adaptarse con inmediatez a las nuevas claves económicas y empresariales, se ha producido un movimiento automático entre los empleados y, por ende, personas. La necesidad de ganarse la vida, ha provocado que las personas empleemos recursos y estrategias empresariales, deportivas y emocionales para competir en el mercado laboral. Y es ahí cuando surge el personal branding. Pero, a tenor de lo publicado por los, en teoría expertos en esta materia, creo que gran parte de los que deciden mejorar su marca personal, dudo que lo estén llevando a la práctica de manera adecuada, ya que gran parte de las aportaciones de estos especialistas versan en torno a los grandes errores de todo aquel que trata de poner en práctica su estrategia personal. «Si interactúas mucho, cuidado!», «Si no lo haces, también mal porque lo harán los demás», etc.
Pero lo más llamativo es oír algo como «Pon en marcha tu marca personal«, aportando consejos para divulgar determinadas cosas y para ocultar otras que pueden perjudicar la imagen del sujeto. La Marca es la huella que dejamos y nos pongamos como nos pongamos, si hay calidad, hay huella agradable y si hay torpeza, la huella será desagradable. Y si alguien pretende, aún no estando preparado, dejar una huella agradable, está equivocado o le están equivocando, por mucho que emplee una estrategia 2.0 de calidad orfebre.
Afortunadamente hay un hecho objetivo solvente al que nos podemos agarrar, al que suelo acudir después de darme una vuelta por el entorno en busca de conocimiento. Este es el sentido común, la lógica aplastante de pensar pausadamente antes de lanzarse a la vorágine de participar, influir e intentar marcar tendencias en el espectro en que se mueve cada uno.
Una vez más, reconozco que estoy en proceso de inmiscuirme en este mundo, de dar opiniones (humildes y sin marcar tendencias), de averiguar algo sobre mi marca personal y algo estoy detectando. La Marca Personal no es susceptible de cambio si antes no se trabaja en la estrategia personal. Tu marca, tu huella, es la que es y, si decides cambiarla, cambiará a peor. Tu marca es la consecuencia, es el aroma que dejas al pasar, que deja huella en la pituitaria y provoca que te recuerden cuando surge una necesidad insatisfecha. Si el aroma que desprendes apesta, dejarás de existir. Si embelesas, copas el mercado.
Lo primero que debe cambiar quien tiene un aroma inadecuado, no es su marca; esto sería como si te rocías de desodorante, cuando estás sudado tras un partido de padel en pleno verano. Mejor sería relajarse, ducharse y sólo después, perfumarte con estilo.
Si tu marca apesta, replantéate tu identidad, tus valores, tu misión, tu estrategia, tus unidades estratégicas de análisis, tu mercado, tu competencia, tus fortalezas, tus ventajas competitivas, etc., y sólo entonces, te posicionarás adecuadamente, serás competente y competitivo, serás solvente, aportarás valor a tu entorno y a ti mismo, y sólo después, resultará que has dejado una huella coherente, solvente, sólida, atractiva y sugerente, con grandes posibilidades de que tu aroma se aloje en la pituitaria de tu mercado.
Emplea la lógica y la Estrategia; no rocíes tu cuerpo sudoroso con desodorante. Antes dúchate, ponte una ropa apropiada para el evento, péinate acorde, elige tus compañías y acude al evento que te hayan invitado; no hay cosa más patética que pretender estar en una fiesta a la que no has sido invitado, ni serás bienvenido.
Gracias por estar.
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