Recientemente, se ha publicado un dato esclarecedor en el panorama económico europeo: la constatación de que la economía española, lejos de remontar puestos en el escalafón de la competitividad, perderá fuelle a marchas forzadas en los próximos años. El dato revela que el precio que pagan las empresas españolas en los créditos con los que se financian es el doble que el pagado por el resto de las empresas europeas. Es decir, que mientras una empresa española paga 6.670 € anuales, en concepto de intereses, por un crédito de 100.000 €, una compañía alemana paga 3.270 €, es decir menos de la mitad. Los que significa que, lejos de remontar puestos en competitividad, los perderemos, si esto no cambia. Esto implica una clara pérdida de competitividad en el panorama empresarial global, que es el que manda en la actualidad; y cuando una empresa pierde competitividad de manera gradual y constante está condenada a la desaparición, lo que a su vez implica que, al menos pérdida de tamaño, vamos a tener en nuestras empresas, por lo que el desempleo aumentará de manera importante.
Ante este panorama debemos darnos cuenta de algo clave. No podemos esperar que se recupere el empleo y la única manera de que el país salga adelante es el autoempleo o emprendimiento; el emprendimiento ingenioso, no el tradicional. En España vamos a tener que emprender sin recursos, ni financieros, ni humanos y muy limitados. Esto no es necesariamente limitador ni perjudicial, sino más bien al contrario. Cuantos menos recursos, más pequeños, más ágiles, productos más baratos y más competitivos, rompiendo entonces la dinámica perniciosa actual de competitividad regresiva.
Se han producido unos enormes cambios en el orden social y empresarial, apareciendo nuevos hábitos que han revolucionado todos los órdenes de la vida; desde pedir consulta al médico por internet, realizar y presentar la declaración de la renta, medir tu parcela de terreno desde tu casa, obtener un título universitario más barato sin salir de tu ordenador, comprar un simple bolígrafo en China y recogerlo en la puerta de tu casa sin pagar gastos de transporte, etc., etc… Nos tenemos que dar cuenta que estamos ante una Revolución Industrial, social, política, personal, etc.… Y esto conforma una OPORTUNIDAD para un país cuyo coste de financiación es un lastre. Estas herramientas, que son gratis, permiten rechazar financiación y voy a poner un ejemplo: una compañía que realiza trabajos de diseño y creación de páginas web podrá encargar sus trabajos a personal ubicado en cualquier parte del mundo en función de variables como plazo de entrega, precio, calidad del trabajo, etc. De esta manera, ha pasado a ahorrarse el alquiler de la oficina o el préstamo por la compra de sus instalaciones, los gastos generales de la oficina, las cargas laborales de sus empleados, la formación de los mismos, etc. Simplemente con un e-mail, encarga un trabajo que pagará diferidamente cobrando al contado (ventaja financiera). Y además, el empresario es libre de contratar el recurso idóneo en ese momento, en función de los precios, plazos, calidades, etc y sin ningún compromiso, cambiar, libremente y sin indemnizaciones, de proveedor si la satisfacción no es la esperada.
Como tampoco podemos competir en costes laborales, nos encontramos que cualquier producto será más ventajoso siempre adquirirlo más allá de nuestras fronteras que fabricarlo nosotros mismos, por lo tanto, el tejido empresarial español tampoco podrá especializarse en nichos basados en fabricación en volumen.
Todo esto que, en principio, pudiera parecer que son desventajas y debilidades, pueden convertirse y lo harán en OPORTUNIDADES y FORTALEZAS, por el siguiente razonamiento. Agudizando el ingenio, podemos conseguir ofrecer un producto servicio al mundo muy competitivo en costes (al no tener coste financiero ni laboral) y con estructuras muy ágiles, baratas y fáciles de adaptar. Nuestro ratio de productividad y eficiencia será abrumador dado que con un denominador muy bajo (costes de la estructura) obtendremos unos resultados adecuados, resultando un ratio muy alto. Permitiendo que, con el tiempo y reinversión de los recursos generados en los factores críticos de éxito, aumentar la distancia con respecto a nuestros competidores.
Pero cuál es la clave para que un particular o empresa se pueda beneficiar de esta coyuntura: la detección, cuento más precoz mejor, de su VENTAJA COMPETITIVA; ¿Qué es esto? Es el factor interno excelente que puede y debe desempeñar al máximo nivel, para aprovechar una oportunidad en el entorno, pasando de un entorno destructivo con alta competencia a un OCEANO AZUL o entorno favorable de líder de mercado.
¿Cómo se detecta esta VENTAJA COMPETITIVA? A través de un sistema de diagnóstico, de un método de análisis interno y externo, de una PLANIFICACION ESTRATEGICA metódica encaminada a obtener el mejor resultado, de la manera más eficiente, inteligente y económica.
Y en esto es en lo que tenemos que estar pensando, y no en mordernos el rabo.
Gracias por vuestra lectura.