Hoy he leído algo muy interesante, yo diría que revolucionario, aunque como todos los inicios, pasan desapercibidos, salvo para aquellos que mantienen orientadas sus antenas hacia las oportunidades y para los hocicones como yo.
A través de mi TL de twitter surgió uno que preguntaba si quería ser accionista del Empire State y adjuntaba un enlace que explicaba cómo la compañía propietaria de dicho edificio tan emblemático, se dispone a emitir participaciones a través, una vez más, de la masa. Una masa que está dominando el mundo, a través de la red, de manera organizada y respondiendo a determinados estímulos muy relacionados con las emociones. Estamos viviendo un momento en el que las emociones son canalizadas por la red y la masa acude de manera arrolladora apoyando toda iniciativa que toque nuestra fibra sensible.
Por 10€ hubiéramos podido ser accionistas de tan emblemático rascacielos neoyorkino. Seductor, aunque sólo sea por decorar el salón de mi casa, con el título enmarcado. De esta manera, la propiedad del edificio ha recaudado cerca de 700 mlls€, a través de las emociones. Fijaos, visitarlo cuesta 44 dólares, casi cinco veces más que el precio de una acción.
Cosas de la masa, que lo puede todo. Si además eres capaz de transmitir al honorable un motivo noble, que despierte sus emociones, tienes el cielo ganado. Así está ocurriendo actualmente en el mundo empresarial, en el cultural y en el tercer sector (ONG) principalmente. Son cada día más habituales los nuevos proyectos financiados por crowdfunding, y lo son principalmente aquellos proyectos que resultan de la creatividad de las personas, o los que buscan la ayuda de los necesitados.
Y en España especialmente, este sistema de financiación está creciendo a ritmo exponencial, dadas las serias dificultades que existen para acceder al crédito. La creatividad del español a la hora de financiarse ha puesto de manifiesto que somos capaces de buscarnos la vida hasta en los momentos más duros y que, al agua, por más que se le quiera parar su avance, siempre existe una salida para seguir avanzando.
Es una de las mejores noticias que estamos teniendo en esta época tan dura. Esperanzador es que España no haya claudicado, sino todo lo contrario, de tal manera que hemos conseguido ocupar el segundo lugar europeo en el podio de los países más exportadores, detrás de Alemania. Todo ello a pesar de que el coste del crédito de nuestras empresas es el doble (5,8) que el de los alemanes (2,9).
Pero más esperanzador todavía es que en solidaridad llevamos mucho tiempo ocupando unos de los primeros lugares del mundo. Son numerosísimas las iniciativas que aprovechan la fuerza de la masa para provocar ayudas a los más débiles, pero el paradigma de este movimiento lo está siendo sin lugar a dudas el programa que la 1 de TVE está emitiendo en la sobremesa “Entre Todos”. Pone los pelos de punta la actitud de todos los llamantes, 30.000 personas diarias intentan contactar para DONAR desinteresadamente su dinero para ayudar a gente muy necesitada. De esta manera están consiguiendo montar negocios humildes a personas y familias que tratan de ganarse la vida para subsistir.
Es escalofriante la situación de muchos de los habitantes de este país y pone los pelos de punta conocer cómo están subsistiendo muchísimas familias que se ven obligadas a vivir en las casas de los mayores, que son los únicos que cuentan con una pensión y casa pagada. Hay mucha gente con su autoestima bastante jodida y sin oportunidad de ningún tipo. Gracias a este programa, algunas personas pueden poner en marcha pequeñas iniciativas que les permitirán sobrevivir. Pero lo más significativo de todo esto es que la masa es muy solidaria, responde a emociones sanas y puede suavizar cierto desequilibrio de rentas.
Una simple vuelta por internet, nos permite descubrir que hoy podemos convertirnos en inversores y socios de cualquier iniciativa, pudiendo elegir la más adecuada de entre un elenco numeroso y variopinto. Y además podemos contribuir a ayudar a iniciativas que entendemos que son nobles, solidarias y honestas, de manera directa sin necesitar ninguna obra social que decida por nosotros.
Una gran noticia, sin duda, esta que hace sospechar que existen espontáneos movimientos solidarios.
Gracias por estar.
