Icono del sitio José Luis Serrano

La Importancia de los Objetivos.

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Hace unos días, durante una conversación informal con un amigo, pude comprobar la importancia de contar con unos objetivos periódicos. Comentó que admiraba la fuerza de voluntad que yo tenía por mantener a raya los entrenamientos diarios de runing y la forma física en la que era capaz de mantenerme. La verdad, nunca pensé que la fuerza de voluntad fuera una de mis fortalezas y, de verdad, que no sentía que estuviera ejercitando mi voluntad. Por tanto, le respondí que no se trataba de fuerza de voluntad; la verdadera razón por la que me entrenaba a diario era porque debía llegar al día «D» bien preparado. Ese día, es en el que abordo uno de mis objetivos anuales: el primero del año es correr un maratón. Tengo tres objetivos anuales de tipo físico y otros tres de tipo intelectual-mental.-espiritual.

La fijación adecuada de objetivos es muy beneficiosa para nuestro desarrollo y realización. Si se hace acertadamente, alinea tu energía y actividad diaria con unos hitos intermedios que conducen a su vez a tu objetivo a largo plazo. Esta linea vital, debe trazarse tras un proceso previo de elaboración de estrategia personal para obtener todas las sinergias a nuestro alcance y sobre todo, utilizar los potentes motores que tenemos ocultos. A menudo forzamos pequeños motores de poca potencia y con poca autonomía, que consumen mucha energia y cuentan con nula propulsión. Han pasado a convertirse en pequeños cacharros a punto de fundirse.

La Estrategia Personal te permite detectar tus motores óptimos, desplegar esas poderosas velas que aprovecharán los mejores vientos del entorno para propulsar tu nave a toda velocidad y desechar esos viejos motores quemados que se llevan tu energia y no propulsan.

Ya has detectado tus poderosas velas pero, antes de desplegarlas tienes que conocer las coordenadas de tu destino. Si todavía no las conoces, no debes desplegar tus velas, porque el viento puede llevarte en dirección contraria. Es necesario abrir un periodo de reflexión profundo para definir «Tu Exito«. Para cada persona, el éxito tiene una cara. Algunas personas alcanzarán su éxito cuando su obra artística alcance el brillo esperado o el reconocimiento de la crítica. Otros lo percibirán cuando consigan tener a su familia reunida, cerca y en armonía, otros tantos cuando su nivel económico alcance un nivel determinado, etc. Por tanto, define tu éxito y, para ello, hazte preguntas como: ¿cómo me gustaría que me recordaran cuando ya no exista?¿a qué dedicaría mi tiempo en caso de que el dinero no fuera un problema? Si estuviera en el final de mis dias, ¿qué desearía haber hecho en la vida y que ni siquiera he intentado? o ¿por qué causa me hubiera gustado luchar o defender para ennoblecer mi vida? Estas preguntas ayudarán a encontrar la referencia de nuestro exito.

Una vez dibujado nuestra estrella de referencia, debemos situar los puntos intermedios de nuestra ruta, que nos facilitan la motivación constante y el deseo cotidiano de alcanzarlos para congratularnos de que estamos en el camino correcto, celebrar las victorias de pequeñas batallas que nos guiarán hasta la victoria de la guerra definitiva. Los beneficios de estos puntos intermedios u objetivos a corto medio plazo son numerosos, tales como mantener una alta motivación constante; una garantía de que nos encontramos en la dirección adecuada y los plazos necesarios; son referencias visuales al alcance; provocan un estado de búsqueda y de cierta intensidad que manteienen al cuerpo, mente y espíritu en condiciones de entrenamiento óptimas.

Pero la utilidad más importante de estas referencias es que nos va a ahorrar esos momentos tan comunes de desaliento, desorientación, pérdida del Norte, confusión mental, dispersión de energias y medios y desaparición de nuestro Exito-Fin-Verdad en la vida. En estos momentos de confusión en los que se pone en tela de juicio muchas creencias y valores, se generan conductas inadecuadas que malgastan la energia. En este punto, no importa qué motor esté en marcha, ni las velas que despleguemos ni los vientos que nos impulsen, ya que nuestra nave estará a la deriva constante, deambulando en círculos sin sentido y desperdiciando nuestras energías y fortalezas, generando desánimo y poniendo en riesgo nuestro Éxito. Este contexto, mantenido en el tiempo, generará frustración y nos acerca a la temida pregunta a la que se enfrenta una persona en el final de sus días: ¿qué hubiera hecho, que no hice?¿Cómo lo hubiera hecho y no me atreví? ¿fui valiente y honesto? ¿Estoy tranquilo?¿Lo he dado todo?

Todos estamos a tiempo y, por tanto debemos convertirnos en estrategas de nuestra desafío. Detecta tus motores-fortalezas, define TU EXITO, descubre sus coordenadas, identifica tus objetivos intermedios perfectamente alineados en dirección a tu estrella de referencia, pon el rumbo adecuado, estudia los mejores y más potentes vientos del entorno y, sólo entonces, despliega esas poderosas velas que propulsarán con determinación a tu estrella.

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