Alfredo empujó la puerta con el hombro. Se esforzaba en que su compañero Fran comprendiera alguna explicación. Nada más entrar, se detuvieron y Fran oteó a su alrededor en busca de alguna mesa. Alfredo continuaba gesticulando. —Es desagradable Fran. Desde que entré en la empresa no ha dejado de mirarme con desprecio. Fran avistó un sitio libre frente al ventanal y…