Me temo que no voy a poder, ni saber escribir todo lo que este documental me ha provocado, así que me quedo con lo que me ha regalado, que es un sentimiento de gratitud gigante.
Recomiendo encarecidamente disfrutarlo y saborearlo varias veces, si se puede. Nos entrega una certeza, la de que el gran grueso de la humanidad solo se entretiene, mientras que unos pocos son verdaderamente libres porque han descubierto el rastro de la Verdad.
Es fascinante identificar en sus miradas y gestos cierto entusiasmo, como si hubieran descubierto un gran tesoro. De cada frase, palabra y gesto se obtienen importantes aprendizajes.
No os la perdáis.