(Post actualizado. Escrito en 2020)
Acabo de terminar la lectura de «Bartleby el escribiente», del gran Herman Melville. Antes de leer me gusta informarme acerca del autor. Como sabéis, Herman Melville fue el autor también del gran «long seller» Moby Dick. Pero es importante saber que mientras el propio Melville vivió, el libro fue un rotundo fracaso comercial. Todos los editores le dieron la espalda. Y «Bartleby» surgió como consecuencia de aquella sensación de fracaso. Fue un hombre que vivió intensamente la vida. Se embarcó en largos viajes marítimos y estuvo viviendo con poblaciones indígenas. En fin, alguien que está facultado para contarlo. Este breve relato no cumple ninguna de las reglas de éxito que debe tener un libro que busque reconocimiento del mercado. Su protagonista no afronta con determinación una situación que se le presenta en su bufete de abogados, personalizado en Bartleby, un taciturno y misterioso personaje que adopta una actitud sorprendente. Este personaje es el abanderado de importantes movimientos sociales relacionados con el nihilismo, la anarquía, los antisistema, aunque muchos otros ven en él una actitud del autor ante el amargor de la vida, tras el fracaso de sus obras. En cualquier caso, es una obra disruptiva, que rompió cánones y que nos habla de gestión de recursos humanos en una empresa de los bajos de wall street de finales del XIX. Y todo gracias a la única frase que se le puede leer al controvertido personaje: «preferiría no hacerlo».
A todos los que os pasáis por aquí, me gustaría adelantaros algunos aspectos de «La cuarta semilla», que como sabéis verá la luz en breve. Una de las cosas que he aprendido en este proceso es a encuadrar el libro en el género correspondiente y a comunicarlo con nitidez. Aunque esto parezca algo sin importancia es la base de la organización de la industria editorial. No todas las editoriales aceptan determinados temas. El género de «La cuarta semilla» es, dentro de la ficción, novela contemporánea. La trama se desarrolla en el momento actual y aborda situaciones por las que todos hemos pasado. Es verdad que hay intercaladas secuencias en forma de «flash back» que nos retrotraen a la angustiosa vida de algunos antepasados, gracias a los cuales se irá comprendiendo muchas de las cosas que acontecen. A lo largo de la novela hay momentos para vivir el amor, la traición, la violencia, la desolación, la desgracia y el éxito. Pero los temas que componen el eje central de la novela son la superación personal y empresarial, la meditación y la jardinería. Espero que los encontréis interesantes y los podamos comentar en los próximos días.
Y para finalizar, os dejo una foto de mi membrillo. Mirad las flores que está echando el campeón. Es un árbol de esos que sientes que siempre van a estar ahí, sin grandes ostentaciones, ni necesidades. Su belleza es sutil, nada exuberante, de pequeño tamaño y grandes frutos. Sus membrillos son la base de sabrosos pasteles y sobre todo muy fragantes. Ideal para quienes les guste ese tipo de compañía omnipresente y resistente. ¿se puede pedir más?
Gracias por pasaros por aquí.