Con todos los recelos del mundo motivados por una nueva propuesta de ley sin acuerdo, me gustaría comentar algo relacionado con esta iniciativa de propuesta de ley en educación. Esta propuesta a las CCAA viene a modificar la actual en tres vertientes:
- La igualdad de género.
- La educación emocional.
- La autonomía de un alumno cuyas edades se sitúan entre los 6 y los 12 años de edad.
En cuanto a la igualdad de género no quisiera
El verdadero motivo que me impulsó a escribir
El verdadero progreso de una sociedad pasa por la inclusión en su educación de una asignatura transversal de inteligencia emocional.
Gran parte de los problemas de un colectivo se resolverían en una generación con el consiguiente ahorro de costes y berrinches. Es más, diría que no haría falta hablar ni de igualdad de género ni de autonomía del alumno porque son una derivada de una adecuada gestión emocional. Y en este aspecto tengo que decir que estoy muy sorprendido por la ignorancia en este campo que reina en una gran parte de la sociedad. Hay periodistas que se mofan con cierta sorna cuando divulgan el aspecto emocional de una asignatura porque entienden que el profesor podrá emplear un criterio subjetivo para condicionar las creencias del alumno; niño es más apropiado en este caso. Yo entiendo que el universo de las emociones suene todavía a muchos a ciertos sentimientos “ñoños” que podrían debilitar a personas en formación a la hora de adoptar una conducta adecuada ante dificultades en la vida. Entiendo que duden porque están cargados de ignorancia. Lo que no entiendo, y creo además que dice muy poco en su favor, es que no investiguen o se formen en este campo para saber de qué estamos hablando. Me apena porque el hecho de no querer conocer y elaborar una opinión desde la ignorancia tiene un componente importante de soberbia.
La manera misma de informar de un periodista de una noticia es un indicador,
Es importante recordar, aunque parezca mentira en este siglo, que el aspecto emocional no tiene nada de esotérico.
Es cierto que las principales hallazgos en esta materia son demasiado recientes, pero también lo son determinadas vacunas y avances tecnológicos y sin embargo en estos campos sí se suele informar con cierto rigor.
Un refuerzo del enfoque emocional siempre tendrá un rendimiento exponencial en todos los sentidos. Si la desconfianza viene por el desconocimiento de la materia, por favor, fórmense. Si la excusa viene por parte de que los profesores tendrán que formarse, que lo hagan de manera urgente porque no se entiende que un profesor no sea un experto en inteligencia emocional.
Que se formen por lo civil o por lo criminal, pero que se formen.
No hacen falta grandes inversiones, incluso
Cualquier niño tiene un potencial inimaginable y todos ellos tienen unos niveles muy similares de capacidad. Sin embargo, su futuro como persona dependerá de la manera de cómo afronte su formación. Esa puerta de entrada no se abre más que con un enfoque emocional.
Ese enfoque es el que los encargados de la educación (padres, tutores o profesores) deben manejar con destreza.
Al niño no hay que enseñarle los conocimientos; al niño hay que enseñarle a aprender. Es muy distinto.
El ámbito educativo celebra anualmente un congreso de gran calidad donde tratan precisamente esto, cómo enseñar a aprender. Es una delicia escuchar y aprender de estos magníficos profesionales en ENAP.