Icono del sitio José Luis Serrano

¿Atrapado? Quizás desde fuera me podáis decir…

Cuando fui niño me gustaba jugar en solitario. Cualquier momento era bueno para inventarme una actividad que asociaba a un pasaje imaginario. En aquella época la mente es fértil y parece tener un potente mecanismo para atraer estímulos de cualquier tipo. Aquellos estímulos los convertía en secuencias insospechadas, porque mis creencias se estaban fraguando y eran tan flexibles que se estiraban hasta adaptarse a mis juegos. Yo construía mi realidad a mi manera y decidí que aquellas maneras no fueran aburridas.

Aprendí a atrapar imágenes. No tenía cámara de fotos así que cerraba mis ojos para imprimir la última secuencia vista. Luego, me introducía en aquella imagen y paseaba tranquilamente por ella como si fuera el protagonista de un cuento. De aquella secuencia surgían personajes sorprendentes con los que solía mantener conversaciones frescas y muchas veces sin sentido. En ocasiones bastaba una mirada para comunicarnos.

Pero aprendí a hacer algo que, pasados los …tá y tantos años, he comprobado que fue muy útil. Al bajar aquel telón para atrapar imágenes, quedaban enredadas infinidad de sensaciones. Olores a jazmín, colores brillantes, caricias en la piel, susurros, luces… Decidí ir recolectando todas aquellas sensaciones en la talega de mi memoria.

Hoy todavía la conservo y me gusta de vez en cuando abrirla y traerlas al presente. Es una manera de sentirlas y poder viajar a aquel mundo en el que jugaba a ser cazador de sensaciones. En realidad no era un juego, sino una misión especial.

Gracias a esa talega he logrado ampliar los límites de mis sueños. Me gusta cada día empujarlos todo lo que puedo para ensanchar mi mundo.

Por eso, a veces pienso que, o no he dejado de ser niño todavía o quizás me haya quedado atrapado en una de aquellas fotografías con las que se iniciaban mis peripecias. Y pudiera ser que sigo visitando personajes sorprendentes y atrapando sensaciones que guardo en mi talega.

No se bien, la verdad. Quizás desde ahí fuera se perciba la realidad…

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