Icono del sitio José Luis Serrano

Cuando cae el velo, aparece la poesía

¿Qué tendría que ver conmigo un terremoto en la India? ¿O el resultado de las elecciones en Brasil?  Pudiera tener una relación muy íntima. Así han pensado muchas personas a lo largo de la historia e incluso una parte de la ciencia lo refrenda en la actualidad.  Pero incluso desde un punto de vista psicológico, las reacciones que tenemos ante estímulos externos concretos responden a esquemas mentales predefinidos. Esto provoca que cada estímulo tenga una interpretación diferente para cada uno de nosotros. Por eso, mirando fuera, pudiéramos conocer algo más de nosotros.

Según esta teoría todo estaría conectado. Parece lógico que no podamos describir el rol

El árbol de la Vida

de una hoja de un árbol aislada, sino que será necesario comprender que la hoja brota de una rama que crece en el contexto de un árbol, cuyo sistema radicular se extiende oculto dando lugar a otros ecosistemas básicos para su supervivencia, llegando a interconectar arboles entre sí bajo la tierra. La propia hoja alberga ejércitos de pulgones e insectos que a su vez son el alimento de aves que sobrevuelan y anidan en el propio árbol. Y los gases que emite el árbol contribuyen al mantenimiento de la capa de ozono del planeta… Huelga decir entonces que todo está conectado.

Así se entiende que acontecimientos lejanos significativos que llaman la atención de uno, como el incendio de una gran catedral, pudiera tener un significado interno para cada persona. Pudiera ser percibido como la caída de viejas estructuras, de antiguas creencias o dejar atrás ciertas amistades, despedidas… Es curioso porque desde hace días he venido experimentando la sensación de que hay cosas que pierden su brillo. Es como si me hubieran puesto unas gafas que apagan el brillo de las cosas y aumentan los detalles inquietantes, esos que te advierten de los riesgos. Es como si se hubiera caído el velo que conserva el misterio de las cosas, que obliga a mantener el deseo y la imaginación a pleno rendimiento y capaz de otorgar una gran carga de significado a las cosas.

Y lo mismo pasa con las personas. Con ellas haces planes, construyes sueños, imaginas leyendas, vives aventuras y participas de sus ilusiones. Pero de repente, se van. Porque el ser humano tiene la mala costumbre de morirse de vez en cuando, o de partir sin avisar. Entonces no es extraño sentirse como abandonado en mitad de una aventura compartida. Te quedas solo con la linterna en la mano en la mitad de la cueva.

Sin embargo, …

«…es la poesía la que nos devuelve la vida.»

La poesía vuelve a proporcionarnos esa belleza que carga de significado nuestra existencia. Y la belleza solo está en tus ojos. No esperes que surja de las cosas. ¡Usúrpala!

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