Todo tiene su vertiente renovada. Y más hoy, que con la excusa de la digitalización parece que quien no muestra cierto restyling parece un muerto digital.
Además, en la sociedad liquida en la que vivimos, según Zygmunt Bauman, a la sazón Premio Principe de Asturias, todo es subjetivo y susceptible de interpretar. Mi opinión particular es similar a la que tengo en la fotografía: puntos de vista hay infinitos, sin embargo, son escasísimas (por no decir únicas) las secuencias compensadas en las que se capta esa secuencia mágica en la que queda plasmado un instante equilibrado, compensado y y en armonía con el cosmos. Esa secuencia es generadora de belleza y susceptible de conceptualizar.
Pues lo mismo sucede con el tema de hoy, el comunismo de los nuevos tiempos. Karl Marx fue un idealista que dedicó su vida (murió en la miseria y dando ejemplo) a la investigación y defensa de sus ideas, tratando de desestabilizar el status quo del momento. Y su razonamiento básico fue el siguiente: todo hombre queda condicionado por el lugar y momento en el que nace, dado que su futuro dependerá de los recursos productivos de que disponga. En caso de que nazca pobre, morirá pobre si no cambia la sociedad. Esto era debido a un supuesto bajo el cual, el empresario asume el excedente productivo para sí mismo cuando el obrero nunca dispondrá de excedentes (tiempo y capital) para planificar una salida a la pobreza.
Hoy no ha cambiado demasiado esta situación. Ser mileurista hoy, es para muchos, un privilegio y no queda excedente suficiente como para labrarse un futuro más prospero. Es decir, los impuestos y política laboral no están diseñadas para que un ciudadano normal pueda prosperar.
Sin embargo, hoy existe un recurso que sí puede ser determinante para cualquier ciudadano que quiera optar a oportunidades globales. Internet. Se trata de una oportunidad histórica que puede cambiar el curso de la historia del trabajo y empresarial. No obstante, hay que estar vigilantes a gobiernos y organizaciones que pretenden limitar o redirigir el acceso a internet. Este realmente es el papel de los líderes actuales que luchan por mantener intacto el acceso a un recurso que sí puede cambiar la vida de las personas.
Son numerosos los intelectuales que hoy se erigen combatientes por estas ideas, tales como Antonio Escohotado, autor de una trilogía sobre la historia del comunismo que abarca hasta nuestros días. Como Manuel Castells, precursor de la Sociedad en Red y centinela de Internet y un largo etcétera.
Mi opinión vuelve a ser la misma que subyace sobre la mayoría de mis opiniones. Nos volvemos locos etiquetando y cuando uno nombra la palabra comunismo, liberalismo o capitalismo, solemos levantar la voz y polarizar el debate tras las etiquetas. Dándole un poco de perspectiva, creo que muchos de los que dicen ser liberales son en realidad más marxistas y viceversa.
Y esto es lo lógico, alcanzar ese punto de vista compensado y equilibrado que alcanza la armonía cósmica. Que no está tan lejos del resto de posturas pero capaz de reunir todos los elementos comunes a todos los demás razonamientos, pero con proporciones y disposiciones adecuadas.
Os dejo con una foto obtenida por mí en la mañana de hoy, en la que (al menos yo) he sentido ese placer de ese instante armónico, en el que los elementos encajan en un orden desconocido.
Que disfrutéis.