Icono del sitio José Luis Serrano

e-Democracia; un nuevo escenario

En un intento por plasmar aquí mis conclusiones sobre la e-democracia sin consultar definiciones, me atrevo a decir que se trata de una adaptación de la democracia a los tiempos actuales. No se trata de un esnobismo sin más, sino un intento de reforzar la esencia de la democracia, entendiendo como tal, la capacidad de gobernar procesos desde la consulta y el respeto a los veredictos de las mayorías consultadas y participativas. La e-democracia podría haberse quedado en un concepto que reflejara resultados de consultas sin más, sin embargo, este concepto se centra en el núcleo a partir del cual fluye todo el sistema democrático; motiva la curiosidad de los participantes, articula espacios de diálogos, fomenta el debate entre los miembros a fin de propiciar una interactividad que desemboca en aumentos de la participación ciudadana en una democracia. Pero estaría cojo sin una regulación de dicha participación ciudadana y sin una estrategia global capaz de canalizar esta participación desde la sociedad y capaz de reflejar sus conclusiones en los órganos soberanos de representación.

La democracia no es un sistema estático, sino que debe adaptarse a los tiempos. La tercera revolución industrial a la que estamos asistiendo, cuya principal materia prima es la información, proporciona unos recursos determinantes para la democracia. Pareciera que han sido creados por los activistas prodemocráticos, puesto que pone a disposición de la sociedad unas tecnologías de la información y la comunicación que multiplica las posibilidades de informarse, organizarse en torno a unas ideas, influir, dialogar e incluso controlar a los gobiernos con inmediatez. Pudiera parecer que el poder político diluye su poder ante la presión participativa de la sociedad y en realidad es así para aquellos políticos tentados por la comodidad y ausencia de generosidad y entrega necesaria.

La globalización es uno de los efectos de la revolución mencionada y esta propiciando una modernidad algo líquida, motivada por la desaparición de numerosos espacios conceptuales. En este escenario tienen un papel relevante los medios de comunicación, que se han convertido en auténticos protagonistas de esta disrupción digital y social y que están sirviendo como espacios de debate. Tanto es así que se podría decir que se trata de política pura. Su realidad convergente facilita una comunicación horizontal, generando espacios de comunicación social.

El ciudadano se empodera y se organiza en red, estableciendo unas relaciones de poder que genera en comunicación, entendido como trasvase de información con una intención. Así, la sociedad toma partido por sus ideas, generando identidades y formas culturales en torno a las cuales se generan debates e interacciones. En estos espacios virtuales los ciudadanos cuestionan las normas, desafían lo establecido y reflexionan influyendo en los gobiernos de turno. Pero el verdadero reto de la e-democracia es que este escenario se construya en base a una estrategia de comunicación capaz de articular y vertebrar espacios generadores de fomento participativo, debate e influencia real en órganos soberanos de representación. Para ello, se deberían dar dos factores que a mi juicio son clave: adecuada gestión emocional y nivel de liderazgo.

Las emociones no deben ser eliminadas de las intervenciones, sino reconocidas e interpretadas y procesadas para que triunfen las conclusiones meditadas, fundamentadas y reflexionadas.

El liderazgo: la estrategia e-democrática debe ser liderada y ejemplificada por la cúpula en términos de poder y debe hacerlo honestamente. Verdad es que la cúpula es fácil que caiga en tentaciones de manipulaciones sutiles y vicios aristocráticos, por tanto la sociedad debe tener mecanismos de supervisión directa hacia las élites.

Con independencia de la ideología de cada uno y del resultado final, creo que en España tenemos un ejemplo claro y asombroso de e-democracia. Hace poco tiempo, parte de la sociedad se empezó a organizar de manera orgánica en torno a un movimiento de “indignados”. Aprovechando la accesibilidad a las TICs, crearon un auténtico semillero de iniciativas que son votadas y debatidas en su propio “ágora” y elevadas hasta las más altas instancias para su debate y aprobación.

Creo que la e-democracia “natural” se produce, como ejemplifica este caso, en dirección ascendente, es decir, de la sociedad a los gobiernos y no al revés. Los procesos que se producen en sentido inverso creo que tienen alto riesgo de caer en sutiles manipulaciones. Hay ejemplos claros de procesos e-democráticos a iniciativa de los gobiernos hacia la sociedad que se caracterizan por la ambigüedad, el subjetivismo de las propuestas y la manipulación de las emociones, lo que supone un grave peligro para las democracias.

Organizaciones políticas así representan un claro ejemplo de cómo han sido capaces de aprovechar el cauce tan inmenso de Internet y enganchar con una sociedad indignada y articular espacios de opinión, debates y participación, dando lugar a iniciativas que prosperan en muchos casos. Realmente, estas organizaciones solo han facilitado un método adaptado, un espacio de canalización de una energía social, a través de tecnologías derivadas de internet.

Mi opinión es que la Europa actual ha surgido como un artificio de algún poder que en un momento determinado entendió que debía existir. Aunque puede que no… que la humanidad se ha construido a base de este tipo de liderazgos. En fin, asistimos a un hito: las TICs al servicio de la sociedad y veremos la evolución y resultado de esas adaptaciones sociales en busca de la expresión de su voluntad, conformando unas e-democracias, perfecto caldo de cultivo de participación social.

“En política, la forma es fondo”.

Jesús Reyes (1.921-1.985)

Salir de la versión móvil
Ir a la barra de herramientas