Acabamos de empezar un año, un segmento temporal más en tu vida… o no. Este comienzo del año habrás optado por una de estas dos acciones: darle más años a tu vida o, por el contrario, darle más vida a tus años. Es muy difícil reconocer lo primero, sino que más bien nos diremos que nuestro nuevo propósito es ser o tener más de algún atributo o mercancía. Si esto fuera verdad sería una gran noticia ya que es síntoma de que, al menos, se percibe que buscas una mejora.
Pretender cambiar, mejorar, alcanzar el éxito es algo que debes tomarte con gran seriedad y hacerlo desde un simple pensamiento a principios de año es pecar de iluso. Como todas los proyectos serios, requiere de un método que no es exclusivo de nadie, sino que está al alcance de todos, lo único que hay que hacer es comprometerse y tener la humildad suficiente como para utilizar un método que no es tuyo, aprenderlo. Emula al exitoso y ahorrarás esfuerzo.
Con el paso del tiempo, las personas adquirimos costumbres, conductas y hábitos que nos empujan a las zonas propias de estas conductas y pensamientos. Ya hablamos en posts anteriores del poderío de este recurso, que nos impulsa al Exito o al fracaso más absoluto. Pero hoy quiero hablar de algo que precede a los hábitos. Se trata de un recorrido esclarecedor entre nuestra situación actual y la deseada, realizando después una vuelta de nuevo a la posición actual para darnos cuenta de los cambios necesarios que debemos realizar hoy para alcanzar la situación deseada.
LOS NIVELES NEUROLOGICOS:
Tranquilos que no hablaré de neurología, ni tratados complicados de medicina ni psicología, entre otras cosas porque no es mi matera. Sí trataré de describir un itinerario necesario para que nuestra Estrategía de Exito alcance una consistencia determinante. Este itinerario consta de ida y vuelta y tiene 6 paradas. Es necesario hacerlo de vuelta porque es en la vuelta donde percibiremos las diferencias entre donde estamos y donde deberíamos estar para no desviarnos de nuestro Exito. Para alcanzar el éxito, primeramente debes definir «tu Exito«, qué es el éxito para ti. Una vez señalado, empezamos el recorrido, si bien, me gustaría pedirte que fuera un ejercicio de cierta introspección, honestidad, sinceridad y conexión sensorial:
- Primera estación, el ENTORNO: En esta estación debemos describir el entorno en el que nos movemos. Ennumerar las personas, los círculos sociales, laborales, familiares, etc, así como donde nos ubicamos, por dónde nos movemos y nos relacionamos. Párate a pensar también cómo te relacionas, quienes son tus contactos más frecuentes, los temas y asuntos que tratas, etc y el tipo de relación que mantienes actualmente con todos tus círculos.
- Segunda estación: las CONDUCTAS. Son tus comportamientos en cada situación. Esta estación es el reflejo de tus pensamientos y estos a su vez de tus emociones. Una inadecuada gestión interna emocional provocará unos pensamientos negativos y destructivos que te conducirán a actuar destructivamente, a contaminar tu entorno que, a su vez, actuará en contra tuya, generando un clima hostil y perverso. Recuerda si no las palabras de Charles Reade que tanta repercusión global tuvieron: Siembra un pensamiento y cosecharás un acto. Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un caracter. Siembra un carácter y cosecharás un destino.
- Tercera estación: las HABILIDADES. Estas son las capacidades positivas que posees para lucirte en el camino. Es determinante que seas plenamente consciente de ellas porque serán las que te impulsarán en el camino a la cumbre. Es verdad que tenemos DEBILIDADES, pero lo que realmente genera una fuente de ventaja competitiva son entrenar y fomentar nuestras habilidades no tanto que cubrirse las debilidades. Además, nuestras fortalezas son las que nos permitirán alcanzar el estado de «maestría«, que no es mas que fluir con tus actos. El acto de fluir es aquel que alcanzas cuando pierdes la noción del tiempo porque te encuentras realizando algo para lo que tu mente es realmente diestra, en el que todas tus neuronas danzan de manera sincronizada al son de tu música.
- Cuarta Estación: tus VALORES y CREENCIAS. En el camino a tu Exito es fundamental que repares en tus valores y tus creencias. Tus valores son aquello a lo no estás dispuesto a renunciar por nada del mundo en tu vida, algo que conforma el núcleo de tu comportamiento. Especialmente poderosos son los valores familiares, de la amistad, deportivos, superación, etc. Y tus creencias es la manera en que concibes algo y que a su vez viene conformado por experiencias anteriores. Por ejemplo, las creencias sobre el dinero son muy variadas entre las personas. Para muchos es algo desagradable, que enturbia las relaciones, que todo lo contamina, sin embargo, para otros es un medio que facilita la vida. Hay que decir que está muy relacionado con la educación familiar y muchas de ellas vienen de la infancia.
- Quinta estación: tu IDENTIDAD. El papel que representas en el escenario del teatro de tu vida. La misión que tienes en este viaje. Si tu vida fuera una película que versara sobre una expedición en el que tú fueras el explorador y antes de partir, el director de la expedición se dirige a ti y te dice: Oiga, su misión en esta expedición será …. ¿Cual es la tuya en la vida? ¿para qué estás aqui? Esta pregunta es algo que a mí me llegó a los 4 años de edad y entonces fue bastante inquietante.
- La sexta y última estación de este viaje es la ESPIRITUALIDAD: La pregunta ¿Para quien? te ayudará a definir este nivel. Para qué ente superior estás realizando tu misión. Con qué plano superior te conectas y qué trascendencia tiene para tí tu misión.
Ya has pasado por todas las estaciones de tu camino al Exito. Espero que hayas reflexionado sobre todas ellas, porque son esenciales a la hora de reportarte la solidez necesaria para tu camino. Una solidez que te reportará fuerza, motivación interior y resistencia al desaliento. Llegado al fin del trayecto, a lo alto de esta pirámide, te recomiendo que te conectes sensorial e introspectivamente con la sensación de haber alcanzado tu Exito. Describe detalladamente cómo te sientes en ese lugar, en ese estado.
Te recomiendo algo muy poderoso: en este estado en el que te encuentras sintiendo tu Exito, extrae de tu imaginación o de tus recuerdos un objeto, una cosa con la que te sientas asociado al objetivo y simbolice tu Exito particular. Puede ser un logotipo, una música, un olor, un objeto, cualquier cosa que inevitablemente te surgirá de la mente al alcanzar mentalmente tu objetivo y cuya naturaleza tendrá mucho que ver con tu sistema representacional principal. Es decir, si tu canal sensorial principal es el auditivo, oirás una melodía que te excitará cada vez que la oigas, si fueras visual verás una imagen, un color, etc y si fueras kinestésico, sentirás el estado o tocarás un objeto.
VIAJE DE VUELTA:
Sin soltar tu símbolo, esa cosa, objeto, melodía, imagen, etc, recorre el camino de vuelta y permanece atento a las diferencias existentes en las sensaciones experimentadas con el camino de ida. Este viaje de vuelta es muy revelador y te aconsejo que, tras el ejercicio, anotes estas diferencias entre las connotaciones en el camino de ida y las de la vuelta. Notarás, por ejemplo, cómo tus conductas variarán tras haber percibido el éxito, o tus creencias sobre determinados aspectos serán matizadas. Hasta tal punto que irás modificando poco a poco tu entorno, adaptándolo al necesario caldo de cultivo en el que te has de mover para ser alguien exitoso.
Este camino, te permitirá detectar tus valores irrenunciables, ganarás en autoestima, en asertividad, te ayudará a seleccionar tus objetivos y tus metas con una solidez apabullante porque lo que realmente está detrás de todo esto es algo nuclear en tu existencia.
Haz este camino mentalmente, porque es el mejor entrenamiento para hacer tu verdadero camino existencial, que es sólo de ida.
Espero vuestras sensaciones de vuelta en forma de comentarios y confío en que ayude a muchos de vosotros. Esa es la razón de ser de este blog.
Gracias por estar.