He pasado estos dias en un apartamento rural de una pequeña localidad de Asturias (Tazones). Sobre una parcelita de unos 1.000 metros cuadrados, en un prado, existen cuatro apartamentos tipo bungalows, suficientes para una familia de 4 personas.
La dueña vivía en la casa de al lado y frecuentemente nos visitaba para preguntarnos si necesitábamos alguna cosa, de aseo personal, etc, y a asesorarnos sobre los sitios interesantes de visitar.
Es una señora de unos 75 años, entrada en carnes y con una movilidad bastante limitada por alguna enfermedad de huesos, seguramente, aunque no le pregunté.
Me llamaba la atención que una señora que debiera estar ya retirada de cualquier obligación estuviera tan encima de su negocio, así que no pude resistir la tentación de preguntarle por su vida anterior.
Y, tal y como supuse, había una vida interesante y esforzada. En pocos días que estuvimos con ella, nos dejó su impronta y señales de una fortaleza importante y un carácter luchador.
Lucía su bata de guata escotada, unas muletas sobre las que se apoyaba para permanecer de pie, unas zapatillas de andar por casa a cuadros y andares lentos que no le impedían sintonizar con los niños enseguida.
De joven, en Asturias, sentía que su vida no tenía valor y emigró por necesidad a Suiza, donde trabajó sin descanso y ahorró todo lo que pudo. En edad más madura, se instaló en Tarragona donde invirtió lo ahorrado en apartamentos en primera y segunda línea, especializándose en la compraventa rápida y realización de beneficios. Todo estaba preparado para alcanzar una tercera fase de calidad. A la vuelta a su tierra, Asturias, invirtió todo su patrimonio en un piso en Gijón que alquila muy bien, una casa Rural que le renta muy bien, un dinerete en sus posiciones bancarias que también le obtiene cierta rentabilidad, etc.
Es una señora con una marca personal bastante notoria, a quien todavía le funciona la cabeza fantásticamente, que ha planificado su vida financiera acorde a sus fases vitales.
1) Salida de la zona de confort que genera ganancias que ahorra al máximo.
2) En época de madurez, inversión de los ahorros con un componente de riesgo más destacado, pero con control de posiciones cortas. Desinversión para siguiente paso.
3) Inversiones generadoras de rentas tranquilas, que permitan afrontar con despreocupación la etapa de menor fortaleza.
En fin, un ejemplo de planificación financiera y gestión vital.
Gente que deja huella, con marca personal y muy cerca.
Gracias por estar.